Nadie hoy en día sabe de forma cierta, si existió en realidad o no el famoso sabio, filósofo y humorista Jodgá Nasreddín, o si es que personifica la imagen de la sabiduría popular, pero sea como sea, muchas de las historias sobre él, no solamente obligan a reirse, sino que también a pensar en como encarnarlas en la vida. Si usted se dedica al cultivo de cereales y está interesado en obtener semillas de buena calidad y cosechas estables, lea esta curiosa historia.
Una vez Jodgá se hizo famoso por que vendía viento a los campesinos. El asunto fue así. Nasreddín era el imám (líder espiritual) en un pueblo. Cuando terminó el Ramazán los campesinos, alegando una mala cosecha decidieron no traerle la cantidad de trigo que habían acordado. Jodgá se pusó furioso, y como estaban en la epoca del aventamiento, él proclamó: “Si es así, no les daré viento. Avienten el trigo como quieran”. Diciendo eso, extendió una alfombra sobre la colina dirigida al pueblo. En realidad el viento no sopló durante días enteros sobre la era. Y como en el cielo habián grandes nubes de lluvia durante todo el tiempo, los campesinos se preocuparon y comenzaron a pagar las deudas a Jodgá. Entonces Jodgá empezó a hacer unos agujeros en la alfombra del tamaño del dedo, y tan pronto como los campesinos llegaron hasta la era, vieron que el viento soplaba, y comenzaron a aventar el trigo. Algunos campesinos no quisieron pagar su deuda y decidieron que se las arrreglarían sin el viento. La vista de los agujeros en la alfombra les “inspiró” a cernir el trigo por medio de tamices. “Aventaremos el grano más grande en los tamices”,- pensarón ellos,- “Obtendremos buenas semillas y buenas cosechas sin el viento”.
El tiempo pasó. Los campesinos, que “compraron viento” no lo lamentaron ni un momento, ya que el viento les ayudó a separar los granos de las malezas, los granos grandes y pesados de los pequeños y ligeros. Pero los ávaros pagaron el doble: Primero, porque compraron tamices innecesarios y luego porque se quedaron sin una parte de la cosecha, ya que sembraron el grano más grande, que por desgracia resultó estar vacío y mal desarrollado.